Evaluación Inicial

La consulta comienza con una revisión detallada de los antecedentes médicos del paciente, que incluye la historia clínica familiar, factores de riesgo (como tabaquismo, hipertensión, obesidad, etc.), así como los síntomas actuales. El médico internista se interesa en todos los aspectos del estado de salud del paciente, desde el sistema cardiovascular, respiratorio, digestivo hasta endocrino, y analiza las enfermedades o síntomas en conjunto para una visión global de la salud del paciente.

Examen Físico

Tras la entrevista clínica, el médico realiza un examen físico completo para evaluar el estado general del paciente. Este examen puede incluir la auscultación del corazón y pulmones, la medición de la presión arterial, la palpación del abdomen, y la revisión de la piel, entre otros aspectos. El objetivo es identificar signos de enfermedades que pueden no ser evidentes para el paciente y que puedan afectar múltiples órganos o sistemas.

Pruebas Diagnósticas

Dependiendo de los hallazgos en la evaluación clínica, el médico internista puede solicitar diversas pruebas diagnósticas para profundizar en el diagnóstico. Entre las pruebas más comunes se incluyen:

• Análisis de sangre y orina: Para evaluar la función de órganos clave como los riñones, hígado, y niveles de glucosa, colesterol, y electrolitos.
• Electrocardiograma (ECG): Para detectar irregularidades en la actividad eléctrica del corazón.
• Radiografías o ecografías: Para evaluar la estructura de órganos como los pulmones, hígado o sistema digestivo.
• Pruebas de función pulmonar: Si hay sospecha de enfermedades respiratorias crónicas como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Diagnóstico y Plan de Tratamiento

Una vez recopilada toda la información, el médico internista establece un diagnóstico que puede involucrar múltiples sistemas del cuerpo. Muchas de las condiciones tratadas por los internistas son crónicas, como la diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas o respiratorias, que requieren un enfoque de manejo a largo plazo. El tratamiento puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida, y la coordinación con otros especialistas si es necesario.

El internista también se enfoca en la prevención de enfermedades, ofreciendo recomendaciones sobre nutrición, ejercicio, manejo del estrés y otras conductas saludables, para prevenir el desarrollo o empeoramiento de enfermedades crónicas.

Seguimiento y Coordinación Multidisciplinaria

La medicina interna también implica un seguimiento continuo, ya que muchas de las enfermedades crónicas requieren monitoreo y ajustes regulares en el tratamiento. El médico internista puede actuar como coordinador de la atención, colaborando con otros especialistas en caso de que el paciente presente problemas más específicos, como complicaciones cardíacas, renales o metabólicas.

La consulta de medicina interna es fundamental para el manejo integral de la salud del adulto, permitiendo un abordaje holístico de enfermedades complejas y promoviendo la prevención y el bienestar a largo plazo.