Clínica Meisel

Cirugía Vascular

La consulta de cirugía vascular se especializa en el diagnóstico, tratamiento y manejo de enfermedades que afectan el sistema circulatorio, incluyendo arterias, venas y linfáticos. Los cirujanos vasculares son expertos en abordar afecciones que van desde la enfermedad arterial periférica hasta las varices, aneurismas y trombosis, utilizando tanto técnicas quirúrgicas como métodos no invasivos.

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Evaluación Inicial

La consulta comienza con una revisión detallada del historial médico del paciente, haciendo énfasis en factores de riesgo como hipertensión, diabetes, tabaquismo, colesterol alto, y antecedentes familiares de enfermedades vasculares. El cirujano vascular también preguntará sobre los síntomas actuales, que pueden incluir dolor en las piernas al caminar, hinchazón, cambios en el color de la piel, úlceras o heridas que no cicatrizan, entre otros signos de alteraciones en el flujo sanguíneo.

Examen Físico

El examen físico en cirugía vascular se enfoca en evaluar la circulación sanguínea del paciente. Esto incluye la palpación de pulsos en las extremidades, la búsqueda de signos de insuficiencia venosa, como varices o edemas, y la inspección de la piel para detectar cambios de color o heridas que podrían indicar problemas circulatorios. El cirujano también puede utilizar un doppler portátil, que mide el flujo sanguíneo en las arterias y venas, para detectar obstrucciones o insuficiencia vascular.

Pruebas Diagnósticas

Para confirmar el diagnóstico y planificar el tratamiento adecuado, el cirujano vascular puede solicitar pruebas de imagen avanzadas que evalúen con mayor precisión el estado del sistema circulatorio. Entre las pruebas más comunes se encuentran:

  • Ecografía Doppler: Una prueba no invasiva que utiliza ultrasonido para evaluar el flujo sanguíneo en arterias y venas, y detectar obstrucciones o insuficiencia venosa.
  • Angiografía: Un estudio de imagen en el que se inyecta un medio de contraste en los vasos sanguíneos para obtener una visión detallada de las arterias y venas.
  • Tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética (RM): Para evaluar la extensión de problemas vasculares, como aneurismas o estenosis en arterias principales.

 

Diagnóstico y Plan de Tratamiento

Con los resultados de las pruebas diagnósticas, el cirujano vascular establece un diagnóstico preciso y propone un plan de tratamiento. Dependiendo de la gravedad de la afección, las opciones pueden variar desde tratamientos conservadores, como cambios en el estilo de vida, medicamentos o el uso de medias de compresión, hasta procedimientos mínimamente invasivos o cirugía abierta.

Entre los procedimientos comunes se incluyen:

  • Cirugía de bypass arterial: Para desviar el flujo sanguíneo alrededor de una arteria bloqueada.
  • Angioplastia con colocación de stents: Para abrir arterias obstruidas utilizando catéteres y expandirlas con un stent.
  • Escleroterapia: Para tratar varices mediante la inyección de una solución que las colapsa.
  • Endarterectomía: Para eliminar la acumulación de placa en las arterias.

 

Seguimiento y Recuperación

La cirugía vascular suele requerir un seguimiento cuidadoso para monitorear la recuperación y prevenir complicaciones a largo plazo. El cirujano vascular realiza controles periódicos para evaluar la cicatrización, el flujo sanguíneo y la eficacia del tratamiento. En casos de enfermedades crónicas, como la insuficiencia venosa o la enfermedad arterial periférica, el seguimiento puede implicar cambios en el tratamiento o ajustes en el estilo de vida para evitar la progresión de la enfermedad.

La consulta de cirugía vascular es esencial para la atención de pacientes con problemas circulatorios complejos, permitiendo intervenciones precisas que mejoran la circulación y previenen complicaciones graves como úlceras, amputaciones o accidentes cerebrovasculares.