Clínica Meisel

Cirugía Cardiovascular

La consulta de cirugía cardiovascular se centra en el diagnóstico y tratamiento quirúrgico de enfermedades que afectan el corazón y los grandes vasos sanguíneos. Los cirujanos cardiovasculares están especializados en abordar problemas cardíacos y vasculares graves, como la enfermedad coronaria, válvulas cardíacas defectuosas, aneurismas de la aorta, y defectos congénitos, utilizando procedimientos altamente avanzados y, a menudo, de gran complejidad.

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Evaluación Inicial

Durante la consulta, el cirujano cardiovascular evalúa el historial médico del paciente, que incluye factores de riesgo como hipertensión, colesterol elevado, tabaquismo, diabetes, antecedentes familiares de enfermedades cardíacas y eventos previos como infartos o accidentes cerebrovasculares. Se analiza en detalle cualquier síntoma relacionado con el corazón, como dolor en el pecho (angina), falta de aliento, palpitaciones, fatiga extrema o hinchazón de las extremidades, para identificar signos de insuficiencia cardíaca, enfermedades coronarias o problemas valvulares.

Examen Físico

El examen físico busca signos evidentes de problemas cardíacos y vasculares. El cirujano cardiovascular realiza una auscultación del corazón para detectar sonidos anormales, como soplos, que puedan sugerir problemas con las válvulas. También evalúa el pulso en las arterias principales y observa la presencia de hinchazón en las piernas o tobillos, que podría ser indicativo de insuficiencia cardíaca. El examen puede complementarse con un electrocardiograma (ECG) de rutina para evaluar la actividad eléctrica del corazón.

Pruebas Diagnósticas

Para confirmar el diagnóstico y planificar el tipo de intervención quirúrgica necesaria, se solicitan pruebas diagnósticas detalladas que proporcionan una visión clara del estado del corazón y los vasos sanguíneos. Las pruebas más comunes incluyen:

  • Ecocardiograma: Un ultrasonido del corazón que permite visualizar el funcionamiento de las válvulas y las cavidades del corazón, así como detectar defectos estructurales.
  • Cateterismo cardíaco y angiografía coronaria: Un procedimiento invasivo en el que se inyecta un medio de contraste en las arterias coronarias para evaluar el grado de obstrucción o daño.
  • Resonancia magnética cardíaca (RMC) o tomografía computarizada (TAC): Para obtener imágenes detalladas del corazón y los vasos sanguíneos, útiles para planificar procedimientos como la cirugía de aneurisma o la reparación valvular.
  • Pruebas de esfuerzo: Para evaluar cómo responde el corazón al ejercicio y detectar posibles bloqueos en las arterias coronarias.

 

Diagnóstico y Plan de Tratamiento

Una vez obtenidos los resultados de las pruebas, el cirujano cardiovascular establece un diagnóstico preciso y determina el plan de tratamiento más adecuado, que puede incluir cirugía de emergencia o programada. Entre las intervenciones más comunes se encuentran:

  • Cirugía de bypass coronario: Para mejorar el flujo sanguíneo al corazón al desviar las arterias bloqueadas utilizando injertos.
  • Reparación o reemplazo de válvulas cardíacas: Para tratar válvulas defectuosas que no se cierran o abren correctamente.
  • Cirugía de aneurisma aórtico: Para reparar una dilatación peligrosa de la aorta, la arteria principal del cuerpo.
  • Cirugía de defectos cardíacos congénitos: Para corregir malformaciones en el corazón presentes desde el nacimiento.

 

Cada procedimiento es personalizado, y el cirujano cardiovascular trabaja en estrecha colaboración con un equipo multidisciplinario, que incluye cardiólogos y anestesiólogos, para garantizar un abordaje integral.

Seguimiento y Recuperación

Tras la cirugía, el seguimiento es clave para una recuperación exitosa. El cirujano cardiovascular monitorea el progreso del paciente, realiza evaluaciones periódicas y ajusta el tratamiento según sea necesario. El proceso de recuperación puede incluir terapia física y rehabilitación cardíaca, con un enfoque en la recuperación de la función cardíaca y la mejora de la calidad de vida.

El control a largo plazo incluye el manejo de factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes y el colesterol, así como la adopción de hábitos saludables para prevenir la recurrencia de problemas cardiovasculares.

La consulta de cirugía cardiovascular es fundamental para tratar afecciones cardíacas y vasculares complejas, permitiendo intervenciones precisas y especializadas que salvan vidas y mejoran la función del corazón y los grandes vasos.